PROF. EN ARTES VISUALES

El Profesorado de artes visuales tiene como objetivo  por un lado, los aspectos referidos al conocimiento de un lenguaje artístico en sus estructuras, modos de operación, procedimientos productivos e instancias de circulación e interpretación, así como  sus transformaciones a lo largo de la historia y sus relaciones con el contexto. Simultáneamente, debe plantearse el recorrido que los alumnos/as realizarán para formarse como docentes.

Estos aspectos deben ser entendidos como instancias complementarias entre sí y nunca como espacios en pugna por un predominio. En el aprendizaje de lo artístico no sólo se construye conocimiento de un lenguaje: se aprenden también los modos de enseñarlo. Y en los espacios que tradicionalmente pueden ser asimilados a la formación docente en sí misma, debe estar presente la problemática específica que entraña la sistematización de los saberes del arte en el sistema educativo. Por lo tanto los profesorados de arte tienen por objetivo la formación de docentes de arte que no se planteen una escisión entre el docente y el artista. Este docente de arte debe conocer bien el lenguaje artístico con el que va a trabajar, debe poder realizar producciones utilizando los procedimientos de la disciplina, contar con elementos que le permitan investigar durante sus estudios, y profundizar después de egresado en aspectos que sean de su interés y que le aporten a la tarea educativa. Es fundamental que el profesor de arte cuente con una formación amplia, que le permita conocer diversos enfoques no sólo sobre el arte sino también sobre el contexto social e histórico.

Todas estas líneas de la formación del docente de arte deben tener anclaje en el ámbito laboral. Es decir, que el sentido último de lo que debe aprender quien va a desempeñarse como docente de arte en los niveles del sistema obligatorio, está centralmente en las aulas donde se dan clases de educación artística a los millones de alumnos que asisten a los establecimientos de educación Inicial, Primaria y Secundaria.

Por lo tanto, esta formacion tiene que tener en cuenta:

– El aporte que debe hacer la educación artística superior a sus estudiantes para que luego puedan desempeñarse profesionalmente con solvencia técnica y académica, pensamiento crítico, y capacidad interpretativa de los cambios que se sucedan en el contexto y en su área de conocimiento específico; y

– La atención dirigida a las características que necesita desarrollar un docente de arte con relación a la realidad territorial, los espacios, los alumnos.